Organismos de Propiedad Intelectual

¿Que organismos protegen mis Derechos de Propiedad Intelectual?

Una cosa que debemos tener en cuenta a la hora de clasificar los distintos organismos que gestionan nuestras propiedades industriales e intelectuales, es que aunque en España tenemos ambas cuestiones separadas, en Europa ambas van de la mano y se identifican ambas como una única cosa.

Es decir, que aunque en España se diferencian ambos conceptos, algo así como la separación entre algo artístico (Propiedad intelectual) y algo funcional (Propiedad industrial) en Europa es lo mismo.

Dejando a un lado el debate que esto puede generar, el cual retomaremos en otro post más adelante, os voy a enumerar los organismos que debéis tener en cuenta si estáis pensando en ser creadores, tanto de propiedad intelectual como de propiedad industrial.

RPI. Registro de Propiedad Intelectual. organismo del Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte, con sede en Madrid.

OEPM. Es la Oficina Española de Patentes y Marcas, organismo autónomo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, con sede en Madrid.

Se trata de un organismo que concede protección a los titulares de las distintas modalidades de propiedad industrial, mediante la concesión de patentes, modelos de utilidad, diseños industriales, marcas y nombres comerciales. A su vez ofrece información sobre todas estas modalidades.

EPO. Es la Oficina Europea de Patentes, creada por el Convenio sobre la Patente Europea, también denominado Convenio de Munich sobre Patentes, firmado el 5 de octubre de 1973. Mediante este convenio se pretendió establecer un sistema de Derecho Común en los Estados Contratantes para la concesión de patentes de invención.

Con este propósito se creó la Oficina Europea de Patentes, organismo que concede patentes mediante un procedimiento único, ya que un solicitante con la presentación de una única solicitud puede obtener protección para su invención en aquellos países miembros del Convenio que designe. Tiene sedes en: La Haya, Berlín, Munich y Viena.

OAMI. Estas siglas corresponden a la Oficina de Armonización del Mercado Interior, con sede en Alicante. Se trata de un organismo público autónomo creado por la Unión Europea, cuyo objetivo principal es otorgar una protección uniforme en todos los países de la Unión Europea, mediante un procedimiento que se caracteriza porque gracias a un solo registro se realiza la protección como Marca en todos los países de la Unión Europea.

OMPI. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) es un organismo especializado del sistema de organizaciones de las Naciones Unidas con sede en Ginebra (Suiza). Su objetivo es desarrollar un sistema de propiedad intelectual (P.I.) internacional, que sea equilibrado y accesible y se encarga de la administración de 24 Tratados en materia de Propiedad intelectual.

Fotografía de Edar CC0 Public Domain

Webs relacionadas: 

http://www.oepm.es/es/propiedad_industrial/preguntas_frecuentes/FaqCuestiones11.html

http://www.mecd.gob.es/cultura-mecd/areas-cultura/propiedadintelectual/informacion-general.html

http://europa.eu/youreurope/business/start-grow/intellectual-property-rights/index_es.htm#spain_es_protecting-intellectual-property

http://www.wipo.int/portal/es/

Feliz Día Mundial de la Propiedad Intelectual

Desde Ebogados queremos celebrar el día mundial de la Propiedad Intelectual

Tal día como hoy, los estados miembros de la OMPI eligieron el 26 de abril, día en que entró en vigor en 1970 el Convenio de la OMPI, para celebrar el Día Mundial de la P.I.

Es un día para recordar la necesidad de proteger nuestras creaciones artísticas, culturales y de investigación, aportando medidas eficaces y actuales que realmente protejan a los creadores, y se adecuen a la necesidad de la sociedad actual.

Creación artística

Stock Photography: Thinking Human Brain ID 30170612 © Stockshoppe | Dreamstime.com

Trabajo a destajo – El Jefe

Hace unos días me llamó la atención el anuncio de un programa que prometía el introducir a un alto directivo de gran empresa por los entresijos y desagües de su empresa. Para que viera qué es lo que se cocía abajo, qué es lo que se puede mejorar, viéndolo por sus propios ojos. La verdad es que como en el anuncio salían calles de mi ciudad, Zaragoza, le dio un «puntico» de interés extra al asunto y decidí – conscientemente – joderme una cena con ese programa en lugar de visionar algo más digestivo, como The Walking Dead, por ejemplo.

El programa, la verdad, una puta mierda más de telerrealidad. No se puede decir que no me lo hubiera autoadvertido, pero algo mereció la pena: «los motoristas del infierno». Así calificaban a dos chavales repartidores – canis zaragozanus – desde el programa. Dos chavales que desarrollaban su actividad laboral de repartidor de comida rápida de forma más rápida de lo que la legislación vial permite y que el interés de la sociedad en mantener su persona física de una sola pieza rechaza. Un STOP que me salto, una velocidad que supero y si me empano me pitas, que no me entero.

Que los chavales son unos piezas, vale. Que los comentarios sobre «el nuevo» o su actitud hacia su jefa no son las propias de una relación laboral, de acuerdo. Pero que me hagan comulgar con que esto no lo saben los jefes, que lo rechazan y que Domino’s Pizza se opone frontalmente a esta forma de trabajar; no, no y mil veces no.

Los chavales, con más razón que un templo: al jefe se la suda si me salto un STOP, si asusto a dos ancianas o si voy a 50 o a 100, el jefe lo que quiere es que haga equis repartos, y si no llego a ese rendimiento, bronca, bronca y amenaza de despido. Y el encargado sabe lo que pasa, y todos lo saben. Lo sabe quien pide. Lo sabe quien no pide y ve a los chavales jugarse los huesos saltándose un semáforo por la calle. Lo sé hasta yo, que nunca he sido muy espabilado. No lo va a saber el jefazo de la empresa. Jefazo, que además, ha sido en el pasado encargado de tienda y seguro, seguro, apretador de tuercas de repartidores.

Y lo saben todos, pero a nadie le importa. La rentabilidad es lo que más importa por encima de todas las cosas, pero especialmente por encima de tonterías la salud del trabajador. Y si se estampa, intentar colarla con que ya no estaba en el trabajo para que sea baja común. Y si la baja es larga, a la puta calle. La carne picada no solamente está en las pizzas, también se hace en recursos humanos. Y el kilo de obrero está a precio de saldo gracias a su crisis.

Por eso queda de lo más ridículo el giro de los acontecimientos. El jefazo revelando su identidad al encargado para dejarle claro que eso no puede salir por la tele como la imagen de su empresa. Y el encargado que no, que él no les presiona nunca. Que el lema de la empresa es que no se corre en la calle. No, encargado, no, el lema empresarial español es exprime, que algo queda. El jefazo estaba enfadado, sí, pero no porque se saltasen las normas, sino porque el obrero le plantó cara y se lo dijo: se saltan las normas porque Domino’s les presiona. Punto y final, esa es la realidad. Y si no te las saltas, al puto paro.

Sobre el resto del programa y en especial, con el momento de caridad final, no me extiendo, que aún me repite la cena. Abominable programa que desde luego me mantendrá más tiempo alejado de las cadenas de pizza y similares grandes empresas, que son un cáncer laboral y social.

Eso sí, me encantaría ver futuros programas como uno en el que saliera Cesar Alierta diciendo que no, que no sabía que en Movistar fuera tan difícil darse de baja. O uno con Botín diciendo que eso de las preferentes no es algo que desde la directiva supieran que se hiciera. Y para finalizar la temporada a alguno de nuestros expresidentes del gobierno atendiendo al público mientras dicen que no se pueden creer que la factura de la luz se pueda hacer sin mirar el contador. Con programas así, me animaba a joderme otra cena.

Buscar Trabajo e Internet

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En estos días, es muy común encontrar a gente buscando empleo, y, a la vez, es muy común ver a personas publicando contenido en numerosas redes sociales.

Es inquietante la poca responsabilidad que las personas tienen del poder de sus datos, pero a la hora de buscar empleo, es más notorio el desconocimiento popular del poder de la red para identificar y clasificar a una persona.

Más allá de el tipo de confianzas interpersonales que se adquieren cuando una persona publica toda su vida íntima en Internet, a la hora de buscar un nuevo empleo, o incluso conservar el que ya se tiene, es importante saber qué imagen se proyecta de nosotros en Internet. Una publicación en un momento dado sacada de su contexto original puede dar muchos problemas. Una foto en actitud poco profesional, o incluso un me gusta en un comentario desafortunado pueden acabar con la oportunidad de encontrar un trabajo adecuado para nosotros. Con la geolocalización, también se puede ver qué sitios son habituales en la vida de cada persona y será el entrevistador, el que considerará adecuados en el perfil del trabajador si son adecuados para la empresa.

Por eso, aparte de tener una buena configuración de la privacidad, no debemos olvidar la importancia de aquello que publicamos. Es posible que salgamos estupendamente en la foto de la playa, pero de la misma manera que no iremos enseñando nuestro álbum de fotos a las entrevistas de trabajo, no podemos dejar puertas a que este álbum esté a disponibilidad de cualquiera. A efectos prácticos, es como llevarlo bajo el brazo e ir mostrando nuestras intimidades a todas las personas que nos encontremos, y, por supuesto, contar con todo tipo de detalles a aquellos que preguntan… y no olvidemos que los entrevistadores, preguntan.

Internet tiene una gran memoria, todo lo que hay en la red perdura y puede aparecer en el momento menos afortunado, y fuera de su ambientación. Es posible que sí seamos el candidato perfecto para una empresa, que tengamos los conocimientos, la experiencia, e incluso que nuestros valores personales cuadren a la perfección con la ética empresarial. Pero si Internet dice lo contrario, la imagen proyectada de nosotros al mundo es diferente, no importa que nuestra totalidad como persona y trabajador no sea acorde con ello, esta es la proyección que el mundo recibe, que nosotros mismos hemos fabricado a base de nuestras publicaciones a lo largo del tiempo y es la imagen de responsabilidad de nuestra propia vida la que, a fin de cuentas, queda en entredicho cuando determinados contenidos están publicados en Internet.

Elige bien el contenido que vas a compartir en Internet, y sobre todo, escoge bien tus etiquetas, cuándo te etiqueta, la privacidad de lo etiquetado y, si consideras que puede ser perjudicial para ti o que ofrece una imagen personal errónea pide que se retire. Para ello, intenta poner siempre la opción de revisar el etiquetado, antes de que se publique en tu perfil. Vigila también en qué perfiles o redes se etiqueta qué, así como la geolocalización de las mismas. Quizá ahora sea divertido, pero puede influenciar en un futuro, cuando ni siquiera recuerdes que estaba ahí.

Sé cuidadoso también con las aplicaciones que acceden a los perfiles de las Redes Sociales, una mala elección y configuración puede jugarte una mala pasada, dejando aparte la posibilidad de software malicioso, que es un peligro añadido a tener en cuenta en el mundo de las nuevas tecnologías.

Realiza un «googleado» sobre tu propia persona, con apellidos, nombre, imágenes y seudónimos para ver que es lo más accesible sobre ti en la red. Si hay algo que no te gusta, solucionalo de inmediato. Las empresas encontrarán lo mismo que té.

Yo, personalmente, una vez al año  hago un borrado integral de los contenidos y autorizaciones de mis redes sociales, ya que a lo largo del tiempo, comentarios que pudieron ser inocentes, irónicos o jocosos pierden su significado y pueden dar lugar a malas interpretaciones. Quizá no es necesario ser  tan extremista, pero si, por lo menos, tener un control de lo que se publica y existe en ellas.

Cómo consejo, sólo añadir el sentido común. Consejos que, posiblemente ya todos habéis leído, pero que sigo viendo una y otra vez en los perfiles de Redes Sociales. Las Redes Sociales no son malas en sí misma, pero si determinados usos que se hacen de ellas.

Valorad vuestra privacidad y vuestra intimidad, mucho más valiosa e interesante de lo que podéis imaginar.

Feliz 2014

Dentro del grupo de ebogados, este año ha sido muy intenso. Muchas vertientes nos han tenido ocupados en esta segunda mitad del año, y hemos dejado en stanby el blog durante este periodo, estudios, trabajos y sin negarlo, un poco de pereza nos han mantenido alejados de este proyecto.

No obstante, seguimos al pie del cañón, y este 2014 tendréis más artículos interesantes, y os deseamos que este año nuevo que empieza, sea próspero y sobre todo, que seáis felices.

¡¡Feliz año 2014!!

 

 

Las Redes Sociales y la Muerte

«La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.»
François Mauriac (1905-1970) Escritor francés.
En la actualidad, vivimos en una sociedad que se guarda e inmortaliza constantemente. La capacidad para guardar recuerdos crece exponencialmente con las cámaras fotográficas integradas en dispositivos móviles, vídeos y estados digitales en las Redes Sociales, pueden hacer de nosotros un fiel reflejo de nuestros gustos, nuestros pensamientos y nuestra trayectoria vital.
Tras la muerte, estos pequeños recuerdos de nuestra vida quedarán en manos de nuestros seres queridos… la mayoría de las veces.
La expansión de la era de la información ha dejado en manos de grandes empresas, una gran cantidad de datos personales, sobre las cuales hemos ido colgando pequeños retazos y recuerdos de nuestra vida, un estado, una foto, un viaje… las Redes Sociales quedan como expositor de todos estos recuerdos, sin caducidad y con visibilidad permanente, y es esta la gran diferencia con un álbum de fotos en papel, o un diario o una caja con recuerdos.
¿Qué ocurre con todos estos datos cuando irremediablemente la existencia llega a su fin? la respuesta es en inicio sencilla, serán nuestros herederos los que deban hacerse cargo de estos datos, pero en muchas ocasiones no es tan sencillo como parece.
En primer lugar, las redes sociales son reticentes, como es natural, a dar el acceso de los datos, para ello, en la mayoría de las Redes Sociales hay que, en primer lugar, ponerse en contacto con las Redes Sociales, las cuales, solicitarán antes de realizar cualquier acción una copia del atestado del fallecimiento. Esto, aunque pueda parecer excesivo es una muestra de la problemática existente con los datos personales una vez la persona ya no está con nosotros. (Lo cual no deja de ser paradójico que, las mismas redes sociales que tanto descuidan nuestros datos personales pidan tantos requisitos para dar de baja una cuenta que ya ha fallecido… pero eso es otra cuestión.)
Tras aportar a las redes sociales las «pruebas» de que efectivamente el titular de la cuenta ha muerto, (pruebas que cada red social considera de forma diferente, en algunas basta con una prueba del fallecimiento, y en otras gasta solicitan un escrito notarial que verifique la titularidad de heredero.) podremos acceder
Según la red social, podremos hacer diversas acciones, como convertir la página en una especie de santuario virtual, donde los amigos puedan escribir comentarios y rendir homenaje al fallecido, con algunas limitaciones (como no recibir mensajes privados). En otros casos, hay aplicaciones que permiten guardar al usuario de una Red Social
No obstante, este tema va evolucionando poco a poco, y Google tiene una función que permite al usuario en caso de inactividad prolongada que es lo que ocurre en todas las Redes del gigante.
Un tema diferente viene dado en los casos de acoso, de forma que se ha solicitado una ley en Nueva Hampshire (Estados Unidos) para que los albaceas y herederos puedan acceder a las Redes Sociales, sobre todo porque, en los perfiles de personas acosadas que finalmente habían llegado al suicidio seguían recibiendo mensajes hirientes en sus perfiles incluso después de muertos.
Es un tema complicado y sobre todo, tan reciente que no existe una forma de actuar común para todas las Redes, y la regulación al respecto está en el aire a la espera de reglamentación. Lo que si parece seguro, es que al abrirse un perfil en una Red Social, parece que tenemos que tener en cuenta muchas más cosas aparte de qué es lo que publicamos y los amigos que agregamos, o seguidores que leemos.
Yo personalmente, he preparado mis contraseñas, porque mi elección es que todas ellas desaparezcan, y para ello lo he previsto en un pequeño «testamento virtual». Mi juventud no debería quizá, verse preocupada por todo esto, igual que no deberían preocuparse los jóvenes, pero un accidente de tren, una avalancha en un concierto o un millón de circunstancias nos llevan ahora, a plantearnos estos problemas a una edad mucho más temprana.
Añado los links de información de las principales Redes Sociales acerca del fallecimiento Virtual.

© Carlos El�as for openphoto.net

¿Hablan los juristas castellano?

Dentro del oficio parece que hay personas que se emperran en hablar lo que podríamos denominar «abogadés». Incluso algunos rizan el rizo practicando el «abogadés antiguo». Si bien es cierto que en muchas ocasiones el uso de uno u otro término se hace en búsqueda de una seguridad jurídica; las ciencias jurídicas no son una excepción y al igual que el resto de estudios tienen un lenguaje técnico propio.

A un ingeniero leer un artículo sobre la subida del precio de la luz le puede provocar una úlcera. Ver cómo el periodista de turno mezcla unidades de potencia, consumo y etcétera; con manifiesto poco acierto, hace que el lector ingenieril se lleve las manos a la cabeza y rece pidiendo a Larra por un poco más de cultura científica a los de su gremio. En el caso de los juristas la cosa se complica, ya que es difícil encontrar un ámbito de la vida en la que el derecho no tenga incidencia. El ingeniero comienza con temor el artículo sobre la luz. El abogado vive en una tensión constante ante la amenaza de escuchar alguna barbaridad jurídica.

Fuera de bromas, este uso técnico del lenguaje provoca no pocas situaciones curiosas. Dejemos de lado las típicas tiquismiquiteces de «no es una denuncia, es una demanda». Por ejemplo. El otro día mi amiga Inmaculada, que desde ahora la llamaremos la Maku, me avisó de su visita ya que estaría de paso por mi ciudad, Zaragoza. Un par de días antes, la Maku, me indica que no podríamos tomar el café del que habíamos hablado porque su acompañante, que de momento es amigo pero que por lo que sé puede ir a algo más, le había dicho que tenía un juicio por desahucio (y no, el acompañante de la Maku no es ni abogado ni mucho menos juez) pero que, tranquilo todo el mundo, éste le había dicho que no se preocupase, que el caso es que no ha pagado las cuotas de la comunidad, que todo lo demás lo tiene al día.

En ese momento algo se rompe dentro de un jurista. ¿Juicio de desahucio por no pagar las cuotas de la comunidad? Bueno, puede ser que el compañero de Maku tenga un proceso monitorio, y que como lego que es, le llama juicio de desahucio para no liarse. Pero también podría ser que realmente el compañero de Maku, que tiene puntos para llegar a ser algo más en un futuro, en realidad deba más cosas que no quiera contar a mi amiga y que ojo, tampoco digo que tenga o no que contarle.

Y en esas que se hace el silencio en la conversación y mi amiga me pregunta si pasa algo. No, bueno, nada Maku, que vaya bien el juicio de desahucio. Paso de meterme en líos de pareja o lo que es peor, crearlos por un malentendido “por no hablar el mismo idioma».

Nota del autor: la Maku es mi Maku, pero si fuera Antonia, sería la Toñi… pero la Toñi ya es cosa de mi amigo Julio López Garbayo.

Crisis del parlamentarismo como reflejo de la crisis democrática

La corruption de chaque gouvernement
commence presque toujours par celle des principes
De l’esprit des lois – Charles-Louis de Secondat (1689-1755)
 

Crisis es la palabra que está marcando el final de la década pasada y lo que llevamos de esta. Y aún no sabemos cuánto va a durar esta vez en nuestras vidas, y digo esta vez porque tengo tan claro que saldremos de ésta como que volveremos a vivir otras. Junto a la crisis económica estamos viviendo una serie de cambios en nuestra sociedad y en nuestro Estado Social y de Derecho que son de debate cotidiano, uno de ellos la crisis política y de democracia. No hablo de la corrupción, que eso no es una crisis sino un delito, y además en España viene de largo, sino del deterioro de los órganos de democracia y de ésta en sí mismo.

Por un lado tenemos la persecución del gobierno y el rechazo al movimiento ciudadano, ya sea de sindicatos, asociaciones de vecinos, mareas o lo que sea, todo aquello que sea reivindicativo va contra la #marcaEspaña. Ejemplo de ello es el interés en cerrar un órgano como el Consejo de Juventud de España, como hablamos en un artículo anterior. Pero en esta ocasión no me quiero remitir a las consecuencias que tienen los recortes en nuestra sociedad y de cómo estas decisiones políticas nos afectan como miembros de ella, ya sea en la lentitud de la justicia o en que un tren no tenga los mejores sistemas de seguridad a su disposición. No. Esta vez me gustaría remitirme no a las consecuencias sino a las formas en las que se está legislando en este país y el deterioro del sistema parlamentario, abandonado a cambio, adelanto será mi conclusión final, de un gobierno dictatorial del poder ejecutivo.

El Poder Legislativo lleva a cabo dos tareas: producción legislativa y control de los otros poderes. Pues bien es claro que la labor de control conlleva una sensación de reír por no llorar. Un presidente del Constitucional que deja mucho que desear, un presidente del ejecutivo que no compadece más que cuando no le queda ya más remedio, un lugar donde la mayoría absoluta no deja pie a ninguna sorpresa en un deber que en lugar de control parece de teatro, el teatro del rodillo. ¿Y qué sucede con la creación legislativa?

Las leyes, bien de forma ordinaria o de forma de urgencia, se desarrollan y aprueban en el parlamento a consecuencia de diferentes iniciativas o propuestas. No tengo la intención de hacer un texto científico para explicar paso a paso cómo se hace una ley, aquellos que tengan interés pueden remitirse a «El sistema de fuentes del ordenamiento español» en el que los profesores Santiago Sánchez González y Pilar Mellado Prado explican en apenas cinco carillas (pags. 163 y ss.) el procedimiento legislativo de una forma clara y abreviada. Lo que ha de quedar claro es que el poder legislativo recae en las Cortes y es donde se hacen las leyes.

Pues bien, nuestro constitucionalismo dejó abierta una puerta, con toda buena voluntad, pero que ha conllevado un duro golpe a nuestro sistema democrático: el Real Decreto-Ley (RDL). Este formato permite al Poder Ejecutivo dictar una disposición con rango de Ley la cuál simplemente ha de pasar por un procedimiento especial y sumario por el Parlamento en un plazo de 30 días. ¿En cualquier caso? Por fortuna, no. Quedan vedadas algunas materias, ya que los RDL no pueden afectar «al ordenamiento de las instituciones básicas del Estado, a los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I, al régimen de las Comunidades Autónomas ni al Derecho electoral general» y el Real Decreto-Ley debe ceñirse a materias que deban ser reguladas «en caso de extraordinaria y urgente necesidad» (art. 86 CE); pero mientras que la primera limitación suele respetarse – con alguna excepción que ha conllevado la reprimenda del TC – la segunda se ha ido abriendo con la aprobación de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional hasta el punto de convertirse en la vía, tal como dice el habla popular, de aprobar todo «por decreto».

Pongamos las cifras sobre la mesa. En el gobierno de Felipe Gónzalez se dictaron 129 RDL (menos de 10 por año); el gobierno encabezado por JM Aznar 127 (un total de casi 16 por año); el gobierno de Zapatero ya marcó tendencia respecto al anterior socialista con 108 (14,5 al año) para que Rajoy hiciera lo mismo respecto al del anterior gobierno de derechas y llevara al BOE un total de 42 RDL en menos de dos años, lo que hace una media de 28 RDL por año, más del doble que la media de todo el periodo constitucional hasta su llegada.(1) El sistema de creación legislativa menos democrático dobla su uso poniendo patente la crisis democrática de nuestro país en el peor de los momentos de nuestro actual periodo constitucional.

No recuerdo si fue en el colegio o en el instituto donde ya me enseñaban de la importancia de la separación de poderes. Montesquieu, al que citaba al principio de esta publicación, señalaba que era la única forma de evitar la tiranía. Acertaba. Votamos un legislativo que elige a un ejecutivo que maneja el poder judicial, pero lo peor es que ni el ejecutivo resultante ni el legislativo cumplen con sus funciones, deberes ni con sus promesas, con lo que el poder del voto se desvirtúa; se crea la duda de si hace falta un cambio de gobierno o un cambio o modificación del sistema. Un cambio de la democracia de partidos, de nuestro democracia representativa, hacia formas de democracia más directas. La soberanía, que reside en el pueblo, emana hoy hacia un único poder que actúa impune ya que el control del parlamentarismo está en sus propias manos, como el judicial: la tiranía de la dictadura del poder ejecutivo.

 

(1) Datos obtenidos con el buscador de legislación de boe.es: http://boe.es/legislacion/legislacion_ava.php

¿Fin de la ultraactividad? A vueltas con la Negociación Colectiva

A lo largo de estos días la prensa se ha hecho eco de uno de los efectos de las últimas reformas laborales. El fin de la ultraactividad de los Convenios Colectivos llegaba este 8 de julio de 2013 al acabarse el tiempo dado para la negociación de aquellos que se encontraban denunciados por una de las partes.  Muchos de estos artículos periodísticos  han sido quasiapocalípticos y hasta blogs que siempre han tenido un perfil inequívoco de defensa de los derechos de los trabajadores, como Laboro, han querido poner una nota de cordura a la situación.

¿Es esta situación perjudicial para los trabajadores? Sin duda alguna cuando no perjudique está claro que en ningún caso beneficia. ¿Pero Son las cifras que da la prensa realista? En ningún caso. Si bien se darán casos en los que habrá trabajadores damnificados, que perderán sus derechos y que también habrá empresarios que aprovecharán para destruir derechos adquiridos por sus empleados; no se prevé que sea algo generalizado. No obstante es una situación preocupante que demuestra un retroceso en la negociación colectiva y que señala las vergüenzas de nuestro sistema laboral.

¿Pero qué es eso de la Negociación Colectiva? El Capítulo II de la Constitución contempla el derecho a la negociación colectiva en su artículo 37(1).  El primer lugar donde la negociación colectiva pasa de lo divino a lo humano es el Estatuto de los Trabajadores (ET), siendo éste la base de los Derechos y Deberes de los Trabajadores. En el mismo ET se dedica su Título III a «la negociación colectiva y los Convenios Colectivos». Son estos Convenios los que  van estructurando de forma sectorial los Derechos y Deberes que, MEJORANDO a los del ET, se acuerdan para los trabajadores de una empresa, una provincia, una comunidad autónoma o de todo el sector a nivel estatal. En definitiva, la Negociación Colectiva se refiere al acuerdo de unas condiciones de trabajo para todos los empresarios y trabajadores de un sector o empresa concreta en un ámbito territorial. Actualmente esta negociación ha dado el salto y podemos encontrarnos convenios incluso de mayor ámbito que el estatal.

Estos convenios se firman con una ámbito temporal y cuando ésta termina, se comienza una nueva negociación que se alarga más o menos en el tiempo. Tenemos casos en los que el Convenio tarda apenas un mes en firmarse – como el Convenio de Grandes Almacenes  en el que más que negociación lo que hubo fue una vergonzosa boda entre «sindicatos» y patronal – y otros en los que la negociación se estanca y dura años. Pensando en lo que se puede alargar, se entiende por ultraactividad a la vigencia de lo acordado en el convenio que ya ha finalizado su vigencia.

¿Si mi Convenio Colectivo está denunciado hace más de un año, ha perdido su vigencia? No tiene porqué. El artículo 86 del ET(2) establece la vigencia de los Convenios, y marca el año para los casos en los que no se hubiera dispuesto algo contrario. Es decir, muchos Convenios ya contemplan otras posibilidades temporales y seguirán vigentes a pesar de llevar un año denunciados, y sin duda alguna la inmensa mayoría de los Convenios que a partir de ahora se firmen, tendrán alguna cláusula al respecto o los representantes de los trabajadores que los firmen deberían de ser juzgados en plaza pública por parte de los afectados.

Mi convenio no tiene cláusula alguna y mi empresa ya me ha dicho que tralarí, ¿nos vamos a regir por el Estatuto? Bueno, habrá que verlo. Lo primero es que deberéis de tratar con la vuestra Representación Legal las posibilidades de presión, luchar por no perder vuestros derechos adquiridos. Aparte, si vuestro convenio decae, deberéis de consultar si existe un convenio sectorial superior al que os podáis acoger. En cualquier caso, siendo casos particulares, os debemos remitir a su estudio individual, que es lo que corresponde. Estaremos encantados de responder a vuestras consultas.

La realidad es que han venido a complicar la situación de negociación en un punto, que no había sido especial punto de conflicto entre patronal y sindicatos. Una concesión a los primeros que también les genera problemas de seguridad jurídica y que poco se entiende en un momento laboral en el que las partes negociadoras demandan otros cambios, pero ninguna solicitaba la necesidad del fin de la ultraactividad de los Convenios. En definitiva, una reforma dentro de la tónica habitual del Gobierno de España.

¿Y cómo hemos llegado a esta situación en la que la negociación nos está haciendo perder derechos en lugar de lograrlos? Lo primero es por unos legisladores al servicio del empresario que desde hace años – incluso desde antes de estallar la crisis actual, ojo – van, paso a paso, dando más poder a la parte contratante dejando en una situación de desigualdad de armas en la negociación. En segundo lugar, por nuestra representación legal, que ha sido liderada por los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT que al calor de la Ley Orgánica de Libertad Sindical (LOLS)(4) han aprovechado unas cuotas inalcanzables para el resto de organizaciones sindicales (USO, CGT…) para dejar vendidos a sus representados enarbolando una bandera, la de la paz social(5), que ahora sus bases comienzan a descubrir que era la de rendición ante el liberalismo más salvaje. Y tercero, por los trabajadores, porque lo hemos permitido.

Nos llevamos las manos a la cabeza ante la posibilidad de que unos trabajadores pierdan su convenio y pasen a cobrar menos de 650€ pero, como señalé al principio, la verdadera vergüenza es que ése sea el Salario Mínimo en España. Ponemos el grito en el cielo, pero la realidad es que tenemos un Estatuto que nos deja claro que el sistema laboral español es una verdadera mierda.

(1)Constitución Española de 1978 / Artículo 37.1 La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios.

(2) Estatuto de los Trabajadores / Artículo 84.3 (…)  Transcurrido un año desde la denuncia del convenio colectivo sin que se haya acordado un nuevo convenio o dictado un laudo arbitral, aquél perderá, salvo pacto en contrario, vigencia y se aplicará, si lo hubiere, el convenio colectivo de ámbito superior que fuera de aplicación.

(3) Ley Orgánica de Libertad Sindical

(4) Acuerdos Interconfederales de Negociación Colectiva